No hay palabras que puedan definir lo que se vivió ayer en el Monumental y en sus inmediaciones (quedó todo destrozado). Porque los incidentes fueron tan desmedidos e irracionales -propio del ser humano- que nada podrá justificarlos. Tal vez algunas expresiones como pasión, locura, sentimiento, impotencia social, inconsciencia y violencia expliquen lo sucedido pero no lograrán argumentar la enajenación que invadió a la gente en una de las jornadas más lamentables y tristes del fútbol Argentino: piedras y vallas volando por el aire, agresión cuerpo a cuerpo entre los hinchas y la Policía, gases lacrimógenos, vehículos incendiados, comercios saqueados y un saldo de 72 heridos. Más que un espectáculo deportivo, pareció la recreación de una guerra: "La Batalla del Monumental". Lamentable.
RDLT
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