sábado, 29 de octubre de 2011

Ni una puntita



El equipo no propuso nada y nos fuimos con las manos vacías. Por primera vez en el torneo fuimos derrotados y se vio el nivel más bajo que mostró River a lo largo de estos 12 partidos. Derrota y preocupación. 

La fecha empezó con River allá en lo más alto de la tabla y con Aldosivi en la posición 18. El flojo rendimiento que venía mostrando el Tiburón contra el invicto nuestro, hacía prever un partido sin complicaciones para el Millo. Pero como dicen, esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa.

Dos goles de corner y por desconcentración de nuestros jugadores. En el primer gol el jugador de Aldosivi entra completamente solo sin nadie siquiera cerca. El segundo gol es un error garrafal en la marca por parte de Vella, que se durmió y fue anticipado por el rival. Un claro indicio de lo flojo que estuvo en la marca River.

Desde un comienzo ya se notaban muchas imprecisiones en todas las líneas. Chichizola regalando la pelota tontamente, Arano y Vella por las bandas haciendo agua por doquier y dos centrales que no se encontraban, pero con un buen partido por parte de Maidana. El medio fue lo más preocupante. El Lobo Ledesma, que reemplazó a Cirigliano, junto con Aguirre, no dieron dos pases bien en todo el partido.

Era difícil llegar al área rival si desde las primeras líneas se cometían errores graves a la hora de distribuir la pelota. Un desconocido Sánchez por la banda derecha hacía aún más torpe cada ataque millonario. Por el otro lado de la cancha estuvo la única vía de acceso al área de los marplatenses. Un Ocampos desequilibrante en cada desborde, pero sin compañía. Cada jugada del pibe terminaba en individualidades que no prosperaban o en centros de poco peligro.

El segundo tiempo empezó con la grata reaparición del Chori en cancha. Quizás podía ser ese socio que le faltaba a Ocampos para generar juego. Pero no. No se destacó no por su juego ni por su toque ni gambeta, sino que todo lo contrario. Estuvo impreciso, lento y perdió más pelotas de lo admisible. No terminó siendo tan grato el ingreso del 10 (hoy con la 18 en la espalda).

La pelota casi no llegó arriba. El Torito y Ríos jugaron muy atrasados por muchos momentos del partido. Andrés fue de menor a mayor y terminó siendo de lo mejor del equipo, desequilibrando y tocando bien la pelota. Cavenaghi no tuvo nunca la pelota en los pies dentro del área ni cerca de ella. Solo en el penal y no perdonó. Flojo partido del 9 a pesar del gol.

No voy a dejar afuera de esta crítica a nuestro DT, el Pelado Almeyda. Hizo el cambio lógico, del Chori por el Lobo, pero el otro de los cambios me resultó sencillamente inexplicable. Sacó al único cinco que tenía el equipo para poner en su lugar a un volante ofensivo, como lo es el Maestrico. Sánchez tuvo que tirarse al medio para suplir la ausencia de un volante de marca y lo hizo definitivamente sin éxito, como todo lo que intentó hacer en la tarde. El equipo quedó desarmado, tocaba y atacaba sin ideas. Las imprecisiones fueron un detalle infaltable en todo intento por crear situaciones por parte de nuestros jugadores.

Un partido de River que se puede describir en pocas palabras: impreciso y sin ideas. Impreciso en los pases, en la marca y en los ataques. Imprecisos en todo. Una cachetada para este equipo que nunca terminó de convencer y que no es la primera vez que juega así de mal. Hoy nos faltó la suerte que tuvimos en otros partidos y que no perdimos de milagro. Lo de hoy es verdaderamente para preocuparse. Para cerrar, no pudimos conservar la punta... hoy no hubo ni una puntita.

Tomás Torres
RDLT

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