martes, 16 de agosto de 2011

La crónica del partido: River - Chacarita, desde la tribuna


Un clima poco alentador: lluvias desde el comienzo del día que siguieron durante todo el partido, una organización que dejó mucho que desear, tribunas inhabilitadas y habilitadas nuevamente horas después. La concurrencia exclusiva de socios y abonados. A pesar de todo esto, los hinchas nos hicimos presentes en un número más que aceptable. Cerca de 35.000 socios se acercaron al Monumental para ver el debut histórico, de un River que no está más en Primera.


Media hora faltaba para que comience el partido, y el panorama no era para nada alentador. Las tribunas estaban más despobladas que de costumbre, y el cielo seguía amenazante. Poco a poco la gente que estaba en los pasillos de las tribunas, fue buscando su lugar y la cancha ya había tomado otro color cuando el “River mi buen amigo…” empezó a bajar desde cada una de las tribunas del estadio. Y si, cayeron algunas lágrimas. 

Con un canto ensordecedor, el equipo ingreso a la cancha. Fue aplaudido y arengado por el público presente, como de costumbre. Es que ya se hizo una costumbre realmente, la barra brava no estaba en el recibimiento. 

Párrafo aparte para LBDT. Al canto de “Ahí viene la hinchada”, y “Llegan los borrachos del tablón”, hicieron su habitual ingresó al medio de la popular. Y acá lo que hay que destacar, y que ya se hizo una costumbre: la reprobación del hincha, tanto plateísta como de la popular. Algunos tímidos chiflidos se hicieron oír desde las plateas y un “silencio” del público en general, en muestra de reprobación. Digo “silencio”, porque no fue silencio. La gente empezaba con otros cantos, que rápidamente se hacían escuchar en todos los sectores de la cancha.

Las ovaciones se dividieron en 3 direcciones: Almeyda con el clásico “Pelaaaado, Pelaaaado…”, Cavenaghi con “el Cavegoooool, el Cavegooool”, y hacia el Chori Dominguez con “olé olé olé oleé Choriii Choriii”. Muy aplaudido el equipo, para sorpresa de quienes esperaban alguna reprobación por el descenso.

Con una lluvia que por momentos fue muy fuerte, la gente no paró un segundo de alentar al equipo. Emotivo el “Yo soy de River porque el mundo me hizo así, no puedo cambiar”, al que se sumó TODA la gente. Todos saltando y cantando, La Banda ganaba 1-0 y la fiesta era total. El resto del partido fue normal, un aliento constante que por momentos se transformó en pura fiesta y descontrol en las tribunas. 

El final del partido tuvo un ovacionado especial: Alejandro Domínguez. El 10 se fue aún más ovacionado que el Torito Cavenaghi, al abandonar el campo de juego. Claro, el Chori tuvo una noche bárbara, y fue figura en el primer partido del equipo de Almeyda. Muchos mimos por parte de la gente hacia los jugadores, y en especial para los tres anteriormente mencionados.

El equipo no defraudó a los miles de hinchas que fuimos a alentar todo el partido, a pesar del frío y la lluvia. Un partido con muchos destellos de buen fútbol y con el privilegio de poder volver a ver a un equipo con Cavenaghi y Domínguez. Lo más importante… River se llevó los tres puntos y empezó con el pie derecho este “plan retorno”. 


Tomás Torres 
RDLT

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